Sistema cultista en marvel

Chapter 4: Capítulo 4: Codicia



Pasaron 12 horas desde que su guarida se vió envueta por una turba de ladrones y el anterior escondite ahora era nada mas que los restos de un incendio.

Victor ahora estaba sentado en los restos de otro edificio, mirando a lo lejos como la noche comenzaba a cubrír el cielo.

El estado de suerte había pasado hace tiempo, y de hecho, sentía que esa copa era de hecho bastante buena, lo salvó de meterse en grandes problemas.

Almenos,normalmente nisiquiera pensaría en salír de su casa normalmente, pero depronto tenía ese sentimiento desagradable y con su estado lleno de confianza, hiso todo eso sin pensarlo.

El resultado, incluso con un cuerpo en el límite humano, no podía resistír las balas, por lo que escapár de esa turba fue lo mas correcto.

Lo malo era que con esto ahora ya no tenía a donde ir.

Las noches en Markov era frio, almenos en esta temporada de verano, las temperaturas eran de hasta 4 grados por la noche.

miró hacia el sur de la ciudad, sabía que ahí vivía Edna y Olga, sus fieles creyentes, sin embargo, mientras miraba hacia ese lugar, una tenue capa de luz oscura envolvía ese camino, como una niebla que cubría esa calle y algunos edificios sercanos.

No era como si ese lugar se llenara de humo, sinó que esto era su nueva habilidad.

Tocó su ojo izquierdo que parecía tener una catarata y era en su malloría blanco con algo de azul en el, un ojo ciego completo, sin embargo, desde que hizo esa transferencia de suerte, pareció despertar una habilidad extraña.

No lo noto en ese momento, pero cuando estaba en su habitación la puerta de entrada normal tenía una tenue niebla negra, como si algo quemado soltara humo negro, mientras que la puerta secreta parecía mas brillante.

solamente se detuvo a entender esta nueva habilidad cuando pasó el efecto de la suerte, parecía que ahora tenía la habilidad de ver la fortuna y la desgracia.

Almenos, era la suya.

Pensó en querer ir con sus fieles creyentes, sin embargo, varios puntos almenos una docena rodeaban la casa de ese par de madre e hija, el camino era neblinóso y sin duda si iba a ese lugar, caería en muy mala suerte.

No era difícil entender lo que pasaba.

Esos tipos querían cazarlo y robarle la comida, la turba que entró en la iglesia era así, pero no se logró, así que estan esperando que se muestre, que salga y el único lugar a donde podía ir sería por el momento con sus fieles creyentes.

Miró alrededor, el camino opuesto estaba igualmente con algo de neblína, sin embargo, solo era un poco, incluso habían varios puntos mas brillantes y claros por donde parecía que podía pasar y nadie se daría cuenta.

Sin embargo, no queria irse.

Miró su panel de estado.

"Miembros 30 personas.

Creyentes: 12 personas.

Creyentes de fé: 2"

El número de miembros de la secta que anteriormente eran 50 personas, bajó su número inmediatamente, los creyentes reales incluso ya no llegaban a completar lo que tenía antes, sin embargo, esas dos mujeres verdaderas creyentes se mantuvieron fieles.

No podía dejar a sus buenas creyentes y largarse.

Almenos, le había quitado la virginidad a esa chica, no podía ser tan bastardo.

Mirando las casas que rodeaban ese barrio, pudo ver que el humo negro salía de algunos hogares, había vigilancia y esas eran las o los vecínos de ambas mujeres.

Parecía que tendría que ensusiarse las manos un poco si quería lograr su asaña de héroe.

...

...

...

Edna y Olga estaban mas que asustadas.

Habían oído hacerca del ataque a la iglesia, esto hizo que Edna casi saliera corriendo para querer defender la iglesia y apagar el fuego incendiado dentro con su propio cuerpo.

si no fuera porque algunas vecinas creyentes restantes la detuvieran y que había escuchado que no lograron encontrar a nadie dentro, entonces seguramente lo habría hecho.

[Edna, tranquilísate, el sacerdote   Victor debería estár bien]

La consoló una de las mujeres que habían asistído a la iglesia hace poco.

Del otro lado, otra chica estaba consolando a Olga que desde el principio no había dejado de llorar.

[Olga, tranquilísate, ten, toma un poco de agua]

En la pequeña casa andrajosa, no había mucho, una mesa,un par de sillas, una cama mas atrás y aparte de un armario, un brasero sercano, almenos tambien tenían una cocina y un baño, no había electricidad, en la guerra estos se habían ido y ahora la única iluminación eran algunas lámparas de queroceno y belas.

Edna estaba preocupada.

[Pero hermana Ñorka,¿que pasará con el sacerdote Victor?, Pobre de su iglesia, ahora ya nisiquiera podrá dormír en su casa, la ¡la casa de dios!]

Lloró Edna.

Ñorkka la consoló.

Puso su mano flaca y huesuda sobre el hombro de Edna y dijo.

[Está bien, está bien, el hogar de dios puede estár donde sea, como aquí]

Ñorka consoló, y mientras que Edna asentía, de casualidad preguntó.

[Por cierto, ¿tú y la pequeña Olga son lass mas sercanas al sacerdote victor... Um, ¿no les dijo donde iría normalmente?, o tal vez, ¿el no bendría aquí de casualidad?]

Edna negó con la cabeza mientras se cubría la cara con lágrimas y lloraba.

[No, no, el sacerdote victor siempre fue bueno, pero normalmente no nos diría...]

En ese momento Edna se dió cuenta.

Había vivído la guerra, pasado mucho, y este tipo de interrogatorios era mas que normal que llegaran soldados a preguntar casa por casa en búsqueda de fugitívos,y ahora mismo era la misma situación, pero cambiada de un soldado armado a Ñorka.

Edna abrió sus ojos ampliamente.

[¡Tú!, ¡maldita infiéll y blasféma!]Edna se levantó de un salto.

Ñorkka dió un paso atrás asusttada.

[¿a que te refieres Edna?]

Los rasgos faciales de Edna se torcieron de ira.

[¡Eres tú, tú y esos otros bastardos infieles!, ¡¿porqué me preguntas por el paradero del sacerdote victor?!, ¡No Eres mas que una vil, avariciosa,traidóra y aberrante basura!]

Ñorka siguió pareciendo inocente, Olga y la otra chica voltearon hacia este lugar en confución.

La chica que era amíga de Olga y parecía tener una edad similar se levantó para preguntar.

[¿que pasa tia edna?]

Ñorka esquivó.

[Katisa ben y ayúdame a tranquilisarla, entró una vez mas en alteración, no sabe lo que dice]

Edna abrió sus ojos, los ojos parecían temblar y sus pupílas se encojieron al tamaño de agujeros de aguja en una escena aterradora.

[¡No sé lo que dígo!, ¡Te ví pidíendole mas comida al sacerdote victor en ese momento!, ¡Solo tienes eres tu la que come en tu casa pero quieres mas comida!, ¡no eres mas que una perra avariciosa!, ¡no creas que no  lo sé, te metes en la casa de ese viejo Karkarov, ese viejo loco que no para de decír ser un soldado, te juntaste con el y planeaste robar la comida del sacerdote, lo ví ser el primero en meterse a la iglesia]

Edna sonrió de oreja a oreja con una sonrisa aterradora.

[Pero tambien ví que estaba envuelto en llamas, el fuego del infierno lo quemará]

Ante esto, Ñorka ya no pudo aguantar y su mirada tranquila e inocente se torció de igual forma.

[¡Maldita loca!, ¡eres una loca!, ¡¡No vez que ese bastardo tiene tanta comida, podríamos alimentar a todos, pero quiere que dejemos en creer en dios y quiere que creamos en un ente maligno!]

En un solo mommento, ambas mujeres se pelearon y se abofetearon.Olga se levantó queriendo detener la pelea, pero en ese momento, su amiga la tomó de los brasos y detuvo,

Olga parpadeó confundida mientras veía a su amiga de toda la vida.

[Um, Katisa, ¿que pasa?]

Katisa, una chica de cabello rubio castaño desvió la mirada.

[Olga, ¿no crees que esa comida, si se reparte entre todos, entonces podríamos vivír bien durante almenos mucho tiempo?, creo que si el señor Victor entrega su comida entonces no habrá problema]

Olga quedó atónita ante esto.

[p-porqué]

Preguntó ella con ojos llorosos una vez mas.

Katisa no la miró a los ojos, pero continuó hablando, como si no intentara convencer a Olga sinó convencerse a si misma.

[En realidad es Adolf, me pidió casarme, si vendemos algo de esta arina, podemos conseguír un pase de tren a el occidente, se dice que ahora ese lugar está prosperando, es por nosotros]

En ese momento tocó su vientre y dijo.

[Para los tres]

Olga abrió los ojos llorozos de par en par y lo supo, su buena amiga tambien la había traicionado.

[¡Sal!, ¡Salgan de mi casa!]

En ese momento finalmente Edna gritó y en un momento, sacó a las dos traidoras de su casa.

Tropesando con los escalones de afuera y casi callendo al suelo, Ñorka se recuperó apresuradamente mientras volvía a dar la vuelta y gritaba.

[¡Edna!, ¡Loca, no podrás salír de esta casa amenos que ese sacerdote entrégue su comída!]

*¡Bang!*

La puerta cerró tras empujar por última vez a Katisa.

Enojada, Ñorka Pisoteó el suelo un par de veces y caminó al otro lado de la calle con una cara fea, por detrás estaba Katisa que caaminaba con la cabeza gacha.

Pronto ambas entraron a la casa de enfrente, una casa de ladrillos rojos igualmente vieja, pero dentro habían varias personas los cuales la vieron nada mas entrar.

[¿entonces?, ¡Que pasa con la información sabes a donde fué?]

Preguntó una voz ronca en el centro de la habitación.

el que hablaba era el tal Karkarov, un hombre de unos 50 años, con barba insipiente color gris, era como cualquier viejo que podrías encontrarte en la calle, con un aspecto delgado y feróz, sin embargo, ahora su lado derecho del cuerpo estaba siendo tratado apresuradamente con pomadas y unguentos en su piel que parecía estar roja y descarapelada así como inchada.

Lo mas llamativo eran sus pies, estas tenía marcas de quemadura casi carbonisádas y se metían dentro de algunas bendas.

Ñorka negó con la cabeza.

[No, esa maldita loca no me dijo nada]

se quejó ella.

[Carajo, y tú Katisa, ¿sacaste algo?]

El viejo hombre miró a la chica, pero esta tambien negó  con la cabeza.

[Lo siento, olga no me dijo nada]

*dang*

Enojado, Karkarov tomó el vaso de licor a su lado,y lo arrojó al suelo con ira.

[¡Solo les pedí una cosa!, ¡ahora el trato que teníamos ya no cuenta!]

En ese momento Ñorka tuvo una cara fea.

[Pero dijiste que tendríamos una parte]

Katisa siguió.

[P-pero necesitamos esa comida, n-nosotros]]

Karkarov hizo una mirada fea.

[Eso era si les sacaban la información, ahora ya no valen nada]

Dijo esto, y luego las espantó como moscas.

Katisa miró apresuradamente a un joven chico que era parte del grupo de Karkarov con ojos preocupados.

Sin embargo, este nisiquiera la miró y se sentó en una silla mientras bebía vodka.

[¿Querido?]

Al final, ese chico volvió su mirada confundida y preguntó.

[¿te conozco?]

Así, ambas mujeres fueron sacadas sin dudarlo


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